Y...

Y... qué me acuerdo de ti.
Después de unos tragos de brandy y de canciones trsites-cantineras no pude evitarlo, me acordé de ti. Ese ambiente tan normal para nosotros en él que soliamos movernos, las fiestas que duraban hasta el amanecer en donde permanecíamos hablando el uno del otro.
Y... sí que me acuerdo de ti.
Llegué a conocer mucho de ti quizá no tanto como lo que tú crees que llegaste a platicar de ti, pero llegué a aprender algo que hoy no reconozco en ti, una postura en la que no te creí capaz... esa hipocresía de la que hablas no tener pero que irradias en cada mirada que me das, esos ojos llenos de tanta angustía cuando me miran... o que ni quieren mirarme por temor a delatarse.
Y... qué me vuelvo a acordar de ti.
Cuando estaba realizando aquel sueño que anhelé desde hace año y medio, por fin se estaba dando por fin! Un momento tan esperado... y cuando estuve ahí que llegas tú... maldita sea ¿porqué? me preguntaba mientras mi sueño se cumplía, ¿porqué arruinarme un momento así?
Y... qué me sigo acordando de ti.
Cuando camino los pasillos de mi área laboral y no estás ahí... aún logro recordar en mi mente momentos de aquellos neta.
Y... qué me acuerdo (chingaa) de ti.
Cuando escuché esa canción en voz de Luis Miguel... Y... hoy me mata de tristeza tu actitud... y en qué ruta tu promesa se perdióooooo????....
Y... qué me olvido de ti.
Cuando tú te olvidaste de acordarte de MI.

Selfish Bren***